Autor: Alberto Pemar
ISBN: 978-84-686-5139-2
Editorial: Bubok editorial
Género: Narrativa
Páginas: 392
Precio: 19,95 €
John Wiltman y Gordon Stackhouse son dos afamados y millonarios brokers de Wall Street. Su ambición y su deseo de convertirse en multimillonarios les lleva a especular con todo tipo de productos y mercancías. Gobiernos, empresas, bancos,...todo el mundo desea invertir con ellos por sus recurrentes expectativas de ganancias.
La recuperación de una fórmula secreta ideada en tiempos de la URSS para evitar hambrunas, y sus posibilidades de comercialización, hará que crucen el mundo para adquirir sus derechos. En el trayecto, sin embargo, todo se complicará cuando conozcan el auténtico impacto que sus negocios tienen en la gente normal.
Reseña
Dos de los brókeres más afamados de Wall Street, John Wiltman y Gordon Stackhouse, trabajan para una firma de inversiones inglesa. Dirigen la oficina neoyorquina y negocian las operaciones de más alto riesgo para ofrecer la mayor rentabilidad a los inversores de grandes cifras. Para ello no reparan en los métodos a emplear, si tienen que provocar una guerra la provocarán, si tienen que matar de hambre a miles de personas las matarán.
Asistimos a la preparación y ejecución de una operación especulativa con la compra de terrenos a bajo precio y después su venta multiplicando el coste de la operación con unos beneficios astronómicos, en Corea del Sur.
En el siguiente trabajo intentarán llevar a la quiebra a la empresa que compra la mayoría de los cereales en Ucrania para poder comprarla a precio de saldo y volver a especular con su venta. Para ello se servirán de un químico que hace un gran descubrimiento.
Estas son las dos únicas operaciones que presenciamos de estos dos tiburones de Wall Street, pero son suficientes para darnos cuenta de la magnitud del daño y el dolor que pueden provocar a cambio de unos beneficios económicos. Y quizás lo más trágico de esta novela es que es creíble y lo que se plantea no es ninguna cosa descabellada.
Antes de empezar con su lectura me esperaba una historia que se desarrollara en Manhattan y que me mostrara cómo se manejan los tiburones de las finanzas en ese inmenso mar de gentes que es esta isla. Me llevé una grata sorpresa cuando descubrí que entraba en unas tramas que se viven fuera de EE.UU., en dos historias en las que nos encontramos personas de carne y hueso, luchando por sus vidas que ya son lo suficientemente duras sin necesidad de que otras gentes se las compliquen.
Los dos principales negocios en los que se aventuran nuestros ejecutivos están muy bien hilados, resultando verosímiles. Las maquinaciones para llevar a buen término estos negocios están bien urdidas, con todos los cabos perfectamente atados. Lo que me ha llevado a tomarme algún café menos ha sido el cierre de la novela. Creo que Alberto Pemar ha elegido el final más fácil y esto ha hecho que pierda cierta credibilidad el relato, no puedo explicar nada de ese final para no destripar la historia pero lo he sentido así. De todos modos me parece una novela que merece la pena leer por todo lo que nos encontramos.
Los personajes me han parecido bien desarrollados aunque no los he sentido cercanos, no he llegado a empatizar con ninguno. Puede ser porque la propia narración es muy cinematográfica y los personajes se ajustan a esta visión en pantalla. El vocabulario que crea esta visión es sencillo, inmediato, con frases cortas que van directo al meollo de la cuestión. Esto nos mantiene pegados a la lectura esperando el siguiente golpe de efecto, el siguiente paso hacia el desenlace. Una lectura que se me ha hecho corta, dejándome con ganas de más.
