Publico más novedades de Alianza. La novela de Yukio Mishima porque me parece que puede ser interesante. Las otras dos obras de Albert Camus resultarán bastante más densas de leer, pero para mi gusto tienen también sus momentos y puede que os interesen, no a todos ya lo entiendo pero espero que si a alguien.
La escuela de la carne, Yukio Mishima
En el Tokio de los años sesenta cohabitan los
nostálgicos del pasado con las costumbres de las clases acomodadas del
nuevo Japón, la sociedad moderna con las viejas tradiciones. La mujer
goza de más libertad, pero en el ambiente siguen flotando los viejos
prejuicios. Taeko Asano es una mujer independiente, divorciada, con un
buen nivel de vida. Cansada de jóvenes inmaduros y de nuevos ricos
banales, seduce a Senkitchi, un camarero de una discoteca gay de
sulfurosa reputación; joven y atractivo, de mirada angelical, pero
también de ambiciones perversas. La aventura la arrastrará más allá de
lo que esperaba.
“La escuela de la carne” es una novela de pasiones, traiciones y
búsquedas del reconocimiento social, en la que Mishima enfrenta el mundo
refinado de sutiles códigos sociales y palabras no pronunciadas, con el
de la vida cotidiana, incluidos los bajos fondos, de un Japón que huía
del corsé de sus tradiciones.
El mtio de Sísifo, Albert Camus
La aparición casi simultánea, en 1942, de “El mito
de Sísifo” y “El extranjero” reveló al público el talento literario, la
sensibilidad ética y la capacidad de reflexión teórica de Albert Camus
(1913-1960), para quien narrativa, teatro, ensayo y periodismo fueron
medios alternativos para indagar sobre la complejidad, la ambigüedad y
la riqueza de la condición humana, así como para plantear y debatir los
grandes problemas morales del hombre moderno. “El mito de Sísifo” se
compone de cuatro capítulos y un apéndice («La esperanza y lo absurdo en
la obra de Franz Kafka») que estudian, desde enfoques cercanos al
existencialismo, esa «sensibilidad absurda» tan presente en gran parte
del siglo XX.
Los justos, Albert Camus
Drama estrenado en 1949, “Los justos” desarrolla,
en el ámbito histórico de la Rusia zarista, algunos de los temas que
obsesionaron a Albert Camus (1913-1960) a lo largo de su vida y que
atraviesan como hilo conductor toda su obra. La contraposición entre el
idealista Ivan Kaliayev y el implacable Stepan Fedorov arroja luz sobre
el dilema moral implícito en todo terrorismo y permite al autor, a
través de unos diálogos de gran belleza literaria y densidad ideológica,
indagar en la dialéctica del fin y los medios, así como mostrar la
opresión y el despotismo que la utilización de cualquier violencia
lleva aparejados.