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martes, 24 de junio de 2014

Reseña Yo no sé matar, pero voy a aprender, M. C. Rueda

Título: Yo no sé matar, pero voy a aprender
Autor: M. C. Rueda
ISBN: 978-1496051448
Editorial: Auto edición
Género: Novela negra
Páginas: 265
Precio: 6,25 €

Diego Almeida no es valiente. No sabe nada del bajo mundo y no tiene el menor deseo de enterarse. Pero cuando su amigo de infancia muere en sus brazos, dejándole un secreto que además puede volverlo rico, Almeida no tiene más remedio que agarrar su destino por los cuernos: vengará a su amigo y encontrará el dinero que tanta falta le está haciendo. Pero Almeida no está bien preparado: Abogado comercial (desempleado), pelele sin remedio (según su madre), amante regular (según él mismo) Almeida no ha visto en su vida un cargamento de coca, no sabe una palabra sobre la trata de blancas y jamás, jamás, ha asesinado a alguien.

Reseña

Nuestro protagonista, Diego Almeida, no tiene ni un duro, debe dinero a todo el mundo y por esto tiene un compañero de paseos cuando anda por la calle, un cobrador del frac. Es colombiano y con la crisis no encuentra soluciones a su vida, anda de acá para allá intentando resolver sus problemas con algún trabajo que no consigue aunque, como abogado, ha puesto anuncios por todo el barrio.

Rosario Salas responde a este anuncio contratándole para que fotografíe a su marido con su amante. De esta manera se abre la primera intriga en la narración porque lo que parece un caso de cuernos, fácil de resolver, se convierte en un problema que puede llegar a superar a Diego.

Un día cualquiera de estos que pasa deambulando con su preseguidor a cuestas, se mete en un bar a beber y hace amistad con un compatriota, Ignacio Barrabás (Nacho). Acaban borrachos como cubas en casa de Ignacio. Al otro día Nacho tiene que salir de viaje y le deja a Diego dinero y su casa para que viva en ella y se la cuide mientras está fuera.

Aquí empienzan los problemas para Diego, se empeña en saber quién es Nacho al que no recuerda de nada mientras este le convence de que fueron compañeros de colegio. Cuando hace las primeras pesquisas sobre su amigo de la infancia se le empienzan a echar encima varios matones para que les descubra el secreto de Nacho.

Una historia sencilla que se desarrolla en el barrio de Lavapiés de Madrid, sin tramas complejas, escrita en una mezcla de español de España y español de Colombia hace una lectura muy amena y con un tono original, además hay que añadirle bastante ironía durante toda la narración. El ritmo de la acción es calmado y nos va descubriendo sus secretos poco a poco, sin convulsiones ni grandes giros del argumento. La autora sabe esconder sus cartas perfectamente y nos las va enseñando espaciándolas y por sorpresa con lo que consigue mantener nuestra atención constantemente, sin que nos demos un respiro.

Los personajes no están muy detallados, están descritos con unas pocas pincelas pero muy nítidas que nos hacen saber quién es quién y que lugar ocupan en la trama. Unos personajes a los que la autora les ha sabido sacar mucho partido sin tener que recurrir a un argumento muy complejo sino apoyándose mucho en la vida de estos.

La única pega que tengo que poner son las erratas que me he encontrado (cuando escribo esto es porque son más de las normales en un escrito) y algún que otro despiste ortográfico, el más significativo quizás sea el que está en la página 209 “hola de calor que no para”. Esto es un problema fácil de solucionar con una revisión rápida.