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domingo, 1 de febrero de 2015

Reseña El corazón del caimán, Pilar Ruiz

Título: El corazón del caimán
Autor: Pilar Ruiz
ISBN: 978-84-666-5531-6
Editorial: Ediciones B
Género: Novela landscape
Páginas: 524
Precio: 18,00 €

Corre el año 1897 y Ada recibe la noticia de la desaparición en combate de su marido, Víctor, un militar español. Sin embargo, está convencida de que sigue vivo, y se dispone a buscarlo a través de una guerra y una isla en forma de caimán; la isla es Cuba, y la guerra, la de la Independencia.

Ada Silva es cubana, pero también española; la contienda se libra a su alrededor mientras ella continúa empeñada en su propósito: encontrar a Víctor. Con la única compañía de Pompeya, una santera que habla con los Orishas para conocer el futuro, emprende un viaje que les mostrará a ambas la destrucción del mundo que conocieron una vez, arrasado como por un huracán devastador.

La aventura de Ada recorre su pasado y el de su familia a lo largo de un siglo XIX que está a punto de finalizar: el de los emigrantes españoles a América, como la tía abuela Elvira; el de su padre, el misterioso revolucionario Darío Silva; el del propio Víctor y el de otro hombre, alguien que siempre ha estado a su lado aunque ella ni siquiera lo supiera.

Reseña

Nos encontramos en el año 1897 en la isla de Cuba. Se libra la guerra de independencia contra España. Ada Silva y su sirvienta Pompeya, después de muchos años alejadas de sus tierras de origen, han salido de La Habana y se dirigen hacia la parte oriental de la isla, quieren llegar a la plantación de su tía Elvira, a La Oriental. El viaje es duro y peligroso pero lleva los salvoconductos necesarios para poder pasar entre las líneas españolas y las líneas de los mambises.

También viajaremos con Ada a España cuando todavía era una niña. Su tía la envió para que recibiera una buena educación y conociera la tierra de sus mayores. La narración hila esta historia con los orígenes de su tía Elvira. Todo esto nos irá desentrañando una saga familiar con secretos inconfesables.

Me enfrentaba otra vez a una novela landscape y tenía cierto temor a encontrarme con la repetición de los mismo argumentos, pero algunas opiniones que había leído anteriormente me decían que era diferente a la mayoría de novelas de este género. Tenía a su favor que gran parte de la acción se desarrolla en Cuba, un país que he conocido y del que tengo muy buenos recuerdos y vivencias inolvidables. Aunque después de terminada la lectura he de reconocer que la novela merece la pena se haya visitado la isla o no, es cierto que es diferente a otras historias de este género.

En la narración nos encontramos con todos los ingredientes que caracterizan este tipo de novela. Cuenta con una saga familiar, con secretos inconfesables, con viajes a otros países. Pero también tiene diferencias que la hacen más interesante y atractiva que otras que he leído. Este relato no ha sido previsible, mientras conocemos el viaje de Ada a España para estudiar, mientras nos enteramos de los orígenes de doña Elvira, mientras acompañamos a la protagonista y a Pompeya a través de la isla desde La Habana hasta oriente no se adivina ni siquiera se sospecha cómo terminará este viaje, ni como se resolverán los secretos familiares. Nos encontramos ante una historia que nos sorprenderá y nos mantendrá enganchados a la lectura.

Los personajes mejor conformados son Ada, Pompeya y doña Elvira. Unos personajes sólidos y fuertes que conseguirán conmovernos con sus vivencias y nos fascinarán por su resolución y tesón para conseguir las metas que se han marcado. El resto de personajes no están descritos de una forma tan detallada como los anteriores aunque empatizamos con ellos porque forman parte del argumento de una manera importante y también están unidos a los sucesos ocurridos en España.

Un lenguaje coloquial y cuidado, adornado con unas metáforas hermosas, crea una lectura fascinante y deliciosa hasta su última página. Esta prosa también es parte del deleite de esta novela.
  
 Enzo
 

miércoles, 9 de julio de 2014

Reseña Hacia los mares de la libertad, Sarah Lark

Título: Hacia los mares de la libertad
Autor: Sarah Lark
Traducción: Susana Andrés
ISBN: 978-84-666-5491-3
Editorial: Ediciones B
Género: Novela landscape
Páginas: 714
Precio: 19,95 €

Sarah Lark regresa a Nueva Zelanda. Una emocionante saga familiar sobre aquellos irlandeses que colonizaron oceanía. Título que recupera el espíritu, estilo y ambición de En el país de la nube blanca, novela con la que Lark irrumpió con fuerza en el escenario literario de nuestro país. Irlanda, 1846. Kathleen y Mic hael se aman y planean en secreto abandonar su tierra natal, la humilde y hambrienta Irlanda, en busca de una vida mejor en el Nuevo Mundo. Pero todos sus sueños se ven truncados cuando Michael es condenado como rebelde y desterrado a Australia. Kathleen, embarazada, se verá obligada a casarse con un comerciante de ganado y emigrar con él a Nueva Zelanda. Entretanto, Michael, con la ayuda de la audaz Lizzie, intentará escapar de la colonia penal para reencontrarse con su primer amor. Primer título de una nueva trilogía en la que Lark regresa al setting de Nueva Zelanda, un acontecimiento editorial de primer nivel al ser el marco con el que la autora ha seducido a más de siete millones de lectores en todo el mundo. Magistral recreación de la vida de aquellos irlandeses convictos que colonizaron Australia, así como los avatares de los barcos de presidiarios que se dirigían a las colonias penales de la Tierra de Van Diemen, la actual Tasmania, sin perder el marco de la cultura maorí en la Nueva Zelanda del siglo XIX, paisaje que se ha convertido en el sello indiscutible de la autora.

Reseña

El relato comienza en Irlanda a mediados del siglo XIX. En el condado de Wicklow viven Michael Drury y Mary Kathleen O'donnell, dos jóvenes que viven su amor con una pasión desbordada. Los dos tienen claro que es un amor para toda la vida y que nada los separará.

Michael Drury se gana la vida vendiendo el whisky que destila su padre ilegalmente. En una ocasión roba unos sacos de cebada para fabricar el whisky ilegal, es capturado y le condenan a ser deportado a Tasmania (Tierra de Van Diemen cuando comienza esta historia), un castigo que le aplican a los irlandeses que no han cometido delitos excesivamente graves. Después de la deportación de Michael, Mary Kathleen quiere seguirle a cualquier precio y ese precio es casarse con Ian Coltrane, un tratante de caballos de la misma aldea, que se ofrece a llevarla a Nueva Zelanda.

Elisabeth Owens (Lizzie) conoce a Michael Drury en el barco prisión que los lleva a ambos a Tasmania. Lizzie era prostituta en Londres y la deportan en el mismo barco por robar unos panecillos. Cuando conoce a Michael queda rendida de amor y desde ese momento le seguirá a todos los lugares a los que Michael se proponga viajar. Cuidará de él, le servirá de guía, de consejera y le sacará de los líos en los que se mete por tener un temperamento irreflexivo e impetuoso. Lo primero que se propone Lizzie es llevar a Michael a Nueva Zelanda de la forma que ella lo ha pensado, quitándole de la cabeza a este sus propios planes y poder salir del confinamiento que padecen en Tasmania.

La continuación de esta narración, ya en Nueva Zelanda, transcurre entre la vida de Mary Kathleen y la vida de Michael. Unas vidas que les lleva a ambos a recorrer las dos islas que forman el país y cambiar en varias ocasiones los lugares de residencia. Sarah Lark nos muestra de una forma detallada como se desarrollan las vidas de estos dos personajes principales a los que hay que ir añadiendo a sus respectivas parejas y algunos amigos. A los personajes que ya he mencionado como más importantes hay que añadir a Claire, íntima amiga de Kathleen, al reverendo Burton, un pastor protestante que tendrá un papel importante en el desarrollo final, y al pueblo Maorí que no podía faltar en este libro.

El argumento me ha parecido similar a la trilogía de “El país de la nube blanca”, que leí en su día. Igual que en esta trilogía, el relato tiene como ingredientes las granjas de ovejas y los señores de la lana, los esquiladores, los buscadores de oro, los convictos irlandeses, las mujeres abnegadas, luchadoras, con una fuerte personalidad, una entrega en el amor rayana con la perfección (cosa que no les pasa a los hombres que parecen “picaflores”) y una resistencia física que ya quisiera yo para mí y por supuesto los maoríes y sus costumbres que en esta novela se vuelven a repetir. Hasta los hijos de estos personajes tienen unas personalidades que recuerdan a los de la trilogía anterior. Quizás no se pueda construir una historia ambientada en este país y que transcurra a mediados del siglo XIX sin todos estos ingredientes sociales, no lo sé.

Los personajes me parecen muy bien estructurados con unas personalidades muy bien definidas y todos evolucionan para mejor con el paso de las páginas y el tiempo. Digo que evolucionan para mejor porque sus vidas toman los caminos lógicos de maduración que tenemos la mayoría de seres humanos, por lo que resulta creíble, cierta y pegada a la realidad. La única excepción es nuestro protagonista Michael Drury que se mantiene como un niño grande aunque al final, por lo menos, se asume a sí mismo y deja hacer a los demás. Por la que siento mayor simpatía es por Lizzie, por su entrega y por su capacidad para mantener los pies en la tierra en las buenas y en las malas. El viaje de Lizzie a su “Ítaca” deja lo de Ulises en un paseo en barca por el Parque del Retiro.

No me he tomado más cafés con esta novela porque me ha recordado mucho a las anteriores de Nueva Zelanda. El desarrollo de la historia resulta previsible y aunque tiene algunos giros insospechados que cambian el rumbo, rápidamente se vislumbra lo que va a suceder y hacia dónde va el final.

La prosa es muy cuidada con un vocabulario rico pero no complicado y con mucho diálogo que facilita mucho la lectura y la hace más ágil y cómoda. La he leído bastante rápido y me ha dejado un recuerdo amable en la memoria, como las anteriores. Puede ser que esté repitiendo mucho lo de la trilogía anterior pero para los que la hemos leído será una referencia constante mientras se lee esta novela. Para los que no han leído las novelas anteriores, creo, es una lectura que les gustará; descubrirán una ambientación poco común y una parte histórica en el origen y desarrollo de la sociedad neozelandesa que me parecen interesantes. Indudablemente los incondicionales del género landscape se encontrarán con uno de los mejores exponentes y la disfrutarán. 

 Enzo